Un nuevu comentariu, d'una llectora

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Hoy quería invitaros a leer este magnífico trabajo convertido en libro de mi amigo desde los 17 años, Xuan Xosé Sánchez Vicente, vió la luz en diciembre 24 y ya va por la 2ª edición y a más que llegará, trata sobre lo ocurrido en la nefasta guerra civil española; los asturianos fueron masacrados igual que en otras partes de España. El libro es un fiel y verídico reflejo de lo ocurrido. No os lo perdáis.

Ehí ta

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Ehí ta. Por fin. Tardó cinco años, pero, por fin, llegó la reparación del dique de Llastres. Pel mediu, mentires, sobrecostos, rocees...

Ehí vos espero

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Rolles y colores

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Rolles y colores. De va poco p'acá, munchos ganaderos tán emplegando plásticos de colores pa endolcar les rolles d'herba. Agradecémoslo el paisaxe y yo.
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(Ayer, en La Nueva España) L’APRECEDERU «NO HAY PLAZO QUE NO SE CUMPLA… Ni deuda que no se pague», escribía Tirso de Molina, antes de completar el título con aquel «y convidado de piedra». Pues bien, nuestro Gobiernu, aficionado a los clásicos, tiene por costumbre dejar correr los plazos hasta su cumplimiento, pero no cumplir con las obligaciones que entrañan esos plazos. Están plenamente de acuerdo en que no hay deuda que no se pague, pero, sobre el cuándo, él es partidario del también clásico «Dios proveerá», y dilata el cumplimiento de sus plazos y obligaciones ad kalendas, sabedor de que, paciente o impaciente, al acreedor, al ciudadano, ¿qué otro remedio le queda? Algunos ejemplos, en titulares recentísismos: «Las ayudas de los incendios de 2017 siguen sin pagarse». «El Gobierno asturiano concede 1,55 millones de euros en subvenciones [al coche eléctrico] solicitadas entre agosto de 2022 y febrero de 2023». Añadan que, a finales de agosto, la ejecución presupuestaria era solo del 36%, con lo que pueden calcular nuevos plazos incumplidos y deudas no pagadas. El Gobierno tampoco le anda a la zaga: en septiembre de 2021 se produjo una erupción volcánica en La Palma. Pues bien, a principios de este mes transfería 6,1 millones de atrasos comprometidos para paliar daños, y quedan todavía 52,5 millones pendientes. En Valencia, 43.592 personas solicitaron las ayudas directas destinadas a paliar daños personales, materiales y pérdidas en viviendas y enseres. Sin embargo, solo 6.102 familias han recibido el pago, lo que equivale al 14 % del total. El 86 % restante, más de 37.000 hogares, continúa esperando. El Gobierno central mantiene pendientes más de 620 millones. La solución, según muchos pregonan, es fácil: reduzcamos los días que trabajan los funcionarios, a sólo cuatro a la semana. Así, más felices, serían más productivos y los expedientes volarían. Y no ocurriría lo que cuenta Gan Pampols: «Pedí voluntarios para la reconstrucción y logré 2 técnicos y 11 interinos, de 23.000 funcionarios». Pongámonos al día.

Un nuevu comentariu (De los sueños hicimos pesadilla)

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(D'una llectora) “De los sueños hicimos pesadilla” es una novela que atrapa desde las primeras líneas. Está muy bien escrita, lo que no me sorprende. Cuenta una de las tragedias de nuestros tiempo, la España de los años 1929-1945, de la que se habló poco en familia. Ese es otro de sus méritos, rescatar los hechos y contarlos. Los personajes, de todo tipo y condición -otro de los hallazgos- viven sus vidas en medio de acontecimientos políticos que, como sucede ahora, polarizan. Hay odio, pero también amor, amistad, cambios sociales. El relato dramático deja un poso de tristeza. La condición humana no puede dejar de ser como es. Gijón es, en este caso, el escenario, pero podría ser cualquier ciudad española en esos años. Enhorabuena. Por cierto, me pareció muy cinematográfica.

Vaques y garcines

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Vaques y garcines (13-09-2025), L'Aspu, Llastres, Colunga. De xemes en cuandu, les garcines van comer nel focicu les vaques, que nun remunguen.

Un imposible y algunos posibles

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(El sábadu, en La Nueva España) INCENDIOS: UN IMPOSIBLE Y ALGUNOS POSIBLES Me atrevo a decir alguna cosa sobre los incendios del campo y lo que pudiere hacerse en el futuro para reducir su número o violencia. El primer remedio, el remedio fundamental que se propone, es un imposible: «Para frenar los incendios del monte asturiano hay que reintroducir una especie en extinción: el paisano», escribía, aquí, en LA NUEVA ESPAÑA, José Antonio González Díaz, profesor de Geografía y Ordenación del Territorio en la Universidad de Oviedo, el 22 de agosto. Pero eso es imposible: desde hace décadas el campo se ha ido abandonando por razones económicas y vitales, y aún quienes quedan hoy allí tienen una media de edad muy alta. Eso no tiene reversión. La consecuencia, en gran medida, es que, abandonados el campo y el bosque al matorral, los fuegos son ahora más virulentos y corren por una extensión mayor. ¿Cabe hacer algunas cosas para limitar la situación y prevenir el daño? Diría que la principal es no seguir incentivando a quienes aún viven de la ganadería y la agricultura -principalmente de aquella- para que se marchen, es decir, dejar de crearles molestias innecesarias o de exigirles actuaciones que pudieran ser menos complicadas o inexistentes. Pero, en general, lo que sienten los habitantes del campo es que se los hostiga permanentemente o que se desconoce cuál es la realidad de su trabajo y su ámbito. Y ya me dirán si consideramos las palabras de alguien que estuvo en la Administración, aunque no las tengamos por generalizables universalmente: «La triste realidad es que odian a los ganaderos. Yo he oído hablar a algunos funcionarios de la Consejería de Agricultura (o de Medio Rural) y para ellos un paisano con vacas es un elemento a perseguir». Señalemos dos fuentes permanentes de molestias o impedimentos. La primera tiene que ver con la burocracia y la política, y son las dificultades y trámites que los paisanos tienen para limpiar, desbrozar, cortar leñas o hacer quemas controladas. El discurso oficial es que todo ello es posible y que las quejas no tienen motivación o que responden a un discurso político. La realidad es que cuando se pregunta, no a los discurseadores de los medios o a los funcionarios, sino a los habitantes del agro las respuestas son tajantes: todo son dificultades y trámites impertinentes. La respuesta de un padeciente: «Sí, llegalmente hai una normativa que regula les quemes controlaes ente ochobre y marzu, el problema ye qu'esa normativa ye casi imposible de cumplir y la xente ya renuncia a solicitar quemes porque cuando se autoricen nun quema y les zones que permiten nun son realmente les que más falta tienen. N'Onís por exemplu solicitóse munches vegaes nos caberos años y namás se autorizaron dos y fue depués de tar tola nueche orbayando. Como anécdota, ún d'esos dís yo gasté dos mecheros y nun llegó a quemar nada...». O de otro: «ta prohibíu tou, hasta jacer un borrón en un práu, hai que pidir permisu y dántelu pa quemar el día que orbaya. Lluego piden acotar lo quemáu al ganáu cinco años pa que rexenere. ¡En cinco años sin carga ganadera ta pa quemar otra vez, hom!». Y si desean más información real sobre la realidad: https://www.lne.es/asturias/2025/08/31/revolucion-desbroce-emerge-rescoldos-incendios-121089836.html. La segunda de esas fuentes de ataques a la actividad campesina es el lobo. Su cada vez más frecuente actividad provoca que el ganado ocupe cada vez menos zonas de pasto alejadas de la casería y, por tanto, que estas se vayan llenando de maleza. Al margen de que, como es evidente, levanta entre los ganaderos una sensación de burla y persecución por parte de las administraciones y los defensores del pueblo lobuno que invita a desistir de su ocupación, a poco que se den las condiciones para abandonarla. Otro de los aspectos en que se pueden intentar modificar las cosas es en la propiedad de los montes. Estos días ha menudeado el ejemplo de Soria y otros lugares, y la escasa incidencia de los incendios en sus bosques. Una de las causas que se aducen es el aprovechamiento colectivo de sus montes y su gestión comunitaria, de vecinos y ayuntamientos. En Asturies, sin embargo, tenemos un 50% de los montes comunales que son en realidad propiedad de nadie. Modificar legalmente esa situación, implicar a vecinos y ayuntamientos, como desde hace décadas vienen, entre otros muchos, reclamando Juan Luis Rodríguez-Vigil y Jesús Arango, que fueron miembros del Gobiernu y que no pertenecen a las “fuerzas del mal”, y a los que, sin embargo, hacen menos caso que las monjas de Belorado a su obispo, sería necesario; aunque, a decir verdad, la limitación de “efectivos”, de habitantes en activo, en el campo asturiano, condicionaría su efectividad. Se pueden tomar algunas decisiones más. Por supuesto, se puede mejorar la coordinación entre administraciones, la prevención, los medios contra incendios, etc. Ahora bien, lo que hay que tener presente es que les perres nun les dan les sebes. Dicho de otra forma, he visto propuestas que multiplican ad infinitum y para todo el año las dotaciones personales, los medios, las actuaciones, etc. Es una visión del mundo muy general, ya no carmencalvista, sino milagrera. Ha de tenerse en cuenta, además, que existen multitud de corporaciones locales de escaso músculo financiero y mínima dotación de personal. Un par de notas marginales, pero pertinentes. En enero de 2020 don Pedro creaba el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico. Y en 2021 presentó un plan multimillonario para hacer frente a la «pérdida de población, la dispersión poblacional y baja densidad y el envejecimiento de la población», al que se destinaban 10.000 millones de euros. Hoy, gastados 13.000 millones en cosas varias dentro de ese programa, ya ven ustedes cómo sigue todo, en el abandono progresivo de los pueblos y en escasez de medios. Segunda nota. Es de este periódico, del 5 de septiembre: «Los afectados por los incendios que hace ocho años arrasaron 2.000 hectáreas de los municipios de Ibias, Allande, Degaña y Cangas del Narcea no han recibido todavía ni un euro de los 500.000 anunciados en ese momento por el Gobierno de Asturias. Mientras que en 2023, tras uno de los mayores incendios de la región, el 40 por ciento de los afectados se quedaron sin ayuda regional». Pues nada, ustedes dirán.

Historia de la Lliteratura Asturiana (I)

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La nueva "Historia de la Lliteratura Asturiana", una obra de "referencia" La reedición, revisada y ampliada, del volumen que en 2002 coordinó el fallecido Ramos Corrada, incorporara un segundo tomo dedicado a los siglos XX y XXI Marta Mori y Xosé Ramón Iglesias Cueva son los coordinadores de la reedición, actualizada y ampliada, de "Historia de la Lliteratura Asturiana", cuyo primer tomo, que abarca desde la Edad Media hasta finales del siglo XIX se presentó ayer en Oviedo, en la Biblioteca de Asturias. La nueva edición, indicó Mori, pretende erigirse en "obra de referencia" para estudiantes e investigadores, "el manual que usarán los estudiantes de Filología asturiana y que utilizarán investigadores de otras universidades que se interesan por el asturiano", y servir, en palabras del presidente de la Academia de la Llingua, Xosé Antón González Riaño, como "una carta de presentación de la literatura asturiana a lo largo de los siglos". "Historia de la Lliteratura Asturiana" es una reedición, revisada y en dos tomos, del volumen que en 2002 coordinó Miguel Ramos Corrada, ya fallecido. "La literatura asturiana contemporánea estaba sin estudiar, toda la del XXI, 25 años de producción, y la generación joven lo reclama", indica Mori. De aquel trabajo de 2002 hay capítulos que mantienen su estructura, como el dedicado a la época medieval, a cargo de Xosé Lluis García Arias, y el que trata sobre la segunda parte del XIX, firmado por Xosé Ramón Iglesias Cueva. Marta Mori se ha ocupado de actualizar el dedicado al siglo XVIII, con nuevos datos. Hay un capítulo sobre la literatura oral, del que en la primera edición se ocuparon Ana Cano y Antonio Fernández Insuela, a quienes ahora se incorpora la joven investigadora Marta López Fernández. De la actualización de los dos capítulos que firmó Ramos Corrada en 2002 se han ocupado ahora Xuan Xosé Sánchez Vicente y Xaime Martínez. "El estudio de la literatura de nuestra tierra, a la par que la creación literaria, es la mejor garantía del futuro de las letras asturianas", hizo constar González Riaño, que, aprovechando la presencia de José Mompeán, coordinador de la Candidatura de Oviedo a Capital Cultural Europea, expresó el respaldo de la Academia a la iniciativa y ofreció su colaboración en la planificación de actividades y eventos. Al acto de presentación asistió también el director general de Acción Cultural y Política Llingüística del Principado, Antón García. (Información d'Elena Fernández Pello, en La Nueva España del 11/09/2025)